¿Cómo estamos en casa?
sábado, mayo 27, 2006
Es el tema del momento. Hasta que no se de el pitazo inicial de Alemania 2006, las movilizaciones de los secundarios estarán ocupando las portadas, los cuerpos de reportajes y las entrevistas de los diarios, y en la televisión incluso se cuelan en los programas de farándula.
Como una bola de nieve, ante la sociedad se nos presentó un tortazo que algo tiene de revolución, rebeldía y popularidad, elementos que han sido suficientes para arrastrar al carrito del triunfo a cuanto diputado, senador o político ha visto en esto una siempre agradecida dosis de cámara y micrófono que nunca falta.
De cualquier modo, para entender esto, y mirarlo con ojos críticos de análisis, hay que dilucidar algunas claves. De partida, se ha idealizado el movimiento secundario como histórico, ya que por fin se ha rearticulado. Ese dato parece faltarle el respeto un tanto a la señora verdad, ya que no se ve una real organización detrás que sea representativa y los abarque a todos. Más parece ser que hay pequeñas organizaciones que actúan por su cuenta y fueron activándose a medida que se motivaban con los titulares de La Segunda.
Sobre sus demandas, hay que distinguir. Primero están las cosistas, como la gratuidad del pase escolar y de la PSU. Mientras la primera es una falta de respeto para el resto de Chile(tendría un costo estimado de $100 mil millones anuales), la segunda nace a partir de un problema artificial. Sin embargo, esto abrió el paso para otras demandas que sí son más trascendetales. La discución de la JEC(que es mal enfocar las críticas) y de la LOCE(promulgada el 10 de marzo de 1990, fue la última ley de Pinochet), sobre la cual si bien no hay una postura clara, ya es un avance que se exija su cambio.
Sin embargo, a esta lucha se suben dirigentes de la oposición parlamentaria, hablando del fracaso de la concertación en la materia y otras hierbas. ¿Con qué derecho? Si la LOCE no ha sido cambiada ha sido por la oposición sistemática de la derecha. Y así también surgen voces de la concertación en el congreso, cual diputado que apuesta a ganador, criticando el manejo del gobierno y "apoyando a los secundarios". No quisiera referirme al rol que diputados como Carolina Tohá han jugado en la defensa de la educación pública, por ejemplo en la discución de la ley de acreditación, pero tendré que hacerlo en un par de párrafos más adelante.
También se levantan las voces universitarias que nunca faltan reprochándonos al resto no querer jugar el papel que nos corresponde en la sociedad, y llaman a sumarse a los secundarios, a apoyarlos, a "enseñarles la LOCE"(cuando yo a lo menos dudo muchas veces de la capacidad jurídica de algunos de estos que quieren dar cátedra). A falta de la lluvia este año, organizan campañas estilo temporal para llevar comida y colchones a las tomas, y les sale toda la vacación social de "protegerlos". Pero...un momento. Esta vez nosotros tenemos que aprender de los secundarios, no al revés. Y no precisamente aprender a tomarnos a la escuela(para eso faltan sólo un par de pelagatos y unas dosis de hormonas), sino que aprender del proceso que los secundarios han vivido. Ya es un año de mesas de diálogo, informes y peleas internas que han dado. Las tomas y paros vienen ahora, pero lo han agotado de auténticamente como el último recurso. Entonces les digo a los dirigentes universitarios que no se olviden de la parte fome. Supongo que a todos les enseñaron a comerse la comida antes que el postre.
Y más aún, los llamo a no olvidarse que antes que todo son dirigentes universitarios. Y que tenemos que pelear por nuestros intereses. Ahora mismo tenemos una ley de acreditación en la puerta del horno, hecha por los mismos legisladores que ahora defienden la calidad de la educación(y que al parecer se les olvidó un tanto al discutir esta ley), y también la misma que se les ha olvidado a los dirigentes que ahora parecen tan exaltados por defender la educación pública.
Entonces, ¿Cómo estamos en casa?. No caigamos en caminos facilistas, y si vamos a aprender de los secundarios, aprendamos bien.
Pedro Pablo Errázuriz L.
Representante Transversal
3º año