Calidad de la educación
jueves, mayo 18, 2006

En estos momentos, en el congreso nacional, se encuentra en comisión mixta el proyecto de ley que establece las bases del sistema nacional de aseguramiento de la calidad de la educación superior. Lamentablemente el proyecto se encuentra en su generalidad aprobado por ambas cámaras, y digo lamentable porque en él se estipulan criterios contrarios a los que a uno le gustaría que se estipularan. Para nadie es un misterio la pichanga de Universidades que actualmente operan en nuestro país, además de los Institutos Profesionales y los Centros de Formación Técnica. Esta pichanga de instituciones opera en un "mercado" (así se le llama, pero lamentablemente es un mercado) desregulado completamente en donde cada una opera bajo la ley de lo que se me da la gana. Ante ello, el sistema nacional de aseguramiento de la calidad es un paso fundamental para certificar y avalar la estructura de educación superior de Chile. Pero ese paso fundamental no se da como quisieramos, de partida por el hecho que la acreditación a la que se someten las Instituciones es voluntaria, lo que constituye el primer vicio. Cómo es posible que algo tan importante como esto estipule los procesos de evaluación desde un punto de vista voluntario. Bueno, eso es sólo una parte, pues son muchas otras las preguntas que debemos hacernos respecto a este proyecto de ley, que implica perspectivas de la Comisión Nacional de Acreditación en cuanto a su operatividad, las posibilidades de vetar los pares evaluadores que formulan la evaluación externa, etc. No es mi intención hacer una crítica detallada, no obstante que la hay, pero es para largo.



El punto nos lleva a otro lado. Nadie debiera objetar la necesidad de apuntar a la calidad de la educación superior, pero para apuntar a la calidad de la educación superior espero otro paso tan o mucho más importante, la calidad de la educación pre-básica, básica y media. No es justo un sistema donde aquellos que tienen menos llegan en claras desventajas frente al resto para poder ingresar a la educación superior. A los 10 años de edad ya hay diferencias educacionales importantes entre un niño que estudia en un colegio particular y un niño que estudia en un colegio municipal. Ese es el problema estructural de nuestra sociedad. La desigualdad se acrecenta profundamente en esa diferencia, y no hay vía posible de estrechar las diferencias si la variable antes expuesta no es posible corregirla. Tenemos el boom del cobre, y es en este tema donde esa "riqueza" debiera, en parte, destinarse. Y no me hablen del tipo de cambio, del dolar, etc, si nadie está diciendo que esos dolares los ingresemos ahora en la economía, pero porque no podemos elaborar un política a largo plazo, con aquellos ahorro, que permita verdaderamente fortalecer y brindar calidad a la educación municipal, que conlleve además políticas de inversión en tecnología e investigación. Ahí está el debate.

Cristóbal Fernández M
Consejero Fech
Generación 2002


 
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