Sobre el Transantiago
jueves, abril 27, 2006
Sin duda que una de las obras más arriesgadas del gobierno de Lagos fue la transformación de nuestro sistema de transporte público. Es incuestionable que la calidad del servicio de las micros amarillas era desastroso por decirlo menos: micros que no paraban, choferes con extenuantes horas de trabajo, pésima atención al público (para que hablar del trato de a los estudiantes); sin embargo ya han pasado mas de 6 meses de su implementación y cabe hacer algunas reflexiones.
Como dice el sabio dicho “al comienzo toda escoba barre bien”. Así todos al comienzo estábamos felices. El chofer ahora era CONDUCTOR, la micro pasó a ser el BUS, en fin. Pero ahora solo es necesario tomar una micro para darse cuenta como volvemos al pasado: hoy los buses han alterado el sistema y pueden andar con la puerta abierta, hoy nuevamente paran en segunda fila y se les ha vuelto a olvidar que existen unos lugares llamados PARADEROS. Para que hablar de los usuarios, reclaman que estos buses no anden como antes a 100 km/hr.
En fin creo que queda concluir que los cambios externos sirven en muy poco si nuestra forma de pensar no evoluciona a la par. Sin duda que los fracasos que hoy observamos en parte son de gran responsabilidad de las autoridades, la falta de fiscalización por ejemplo de los recorridos piratas; pero a la vez es descriterio de nosotros los ciudadanos si fuera de otro modo el gobierno no tendría que fiscalizar la existencia de estos recorridos ilegales. Muchos dirán: “es que no estamos preparados para este tipo de cambio” y tal vez algo de razón haya en eso (con lo que he visto esto a veces me convence), sin embargo creo que cada día debemos ser un poco mas civilizados, la humanidad tiene como fin por naturaleza evolucionar y esto debe empezar en nuestras tareas mas cotidianas (creo que aquí me nació mi pensamiento “maritaineano”). En fin hoy el gobierno tendrá el desafío de, a través del transporte público, crear una real alternativa al transporte particular ya que de otra forma las calles de nuestra linda capital colapsarán y, nosotras como personas comunes y corrientes comprometernos a actuar como PERSONAS, ni más ni menos.
Yohanna Villablanca
Tercer Año
Tercer Año