¿Hacia donde va la DC?
domingo, agosto 13, 2006

Camaradas:

A propósito del Congreso Ideológico que la directiva actual del Partido ha decidido llevar adelante, es natural plantearse algunas interrogantes acerca de la identidad y del futuro de la Democracia Cristiana Chilena.

Un primer punto dice relación con el "sustento ideológico" que sirve como base a las políticas publicas generadas en los órganos partidarios y en las instituciones ligadas al partido. ¿En que medida el aparataje doctrinario generado durante las décadas del 50 y del 60 a partir del estructuralismo desarrollista y del personalismo comunitario de Maritain y Mounier es aplicable a las necesidades de un mundo cada vez mas globalizado y rico en tecnologías de la información? ¿Cuál es el impacto que ha tenido en nuestra identidad partidaria la hegemonía del pensamiento neoliberal, impulsado desde Washington y asimilado casi unánimemente por la elite intelectual del país?.

Un segundo tema de interés se encuentra vinculado a la relación de nuestra orgánica partidaria con las necesidades del Chile real. A este respecto seria interesante cuestionarnos si las políticas publicas que nuestro Partido ha utilizado como ideas-fuerza en los últimos tiempos se corresponden con tópicos considerados urgentes y relevantes por la ciudadanía, o si, contrariamente a lo que muchos han creído, nos hemos estado engañando al promover conceptos y medidas que no representan un aporte sustantivo para la mayoría de los habitantes del país y que solo tienen repercusión al interior de la "clase política".

Por ultimo, seria interesante indagar que particularidad de nuestra estructura partidaria da lugar a la existencia de tantas facciones y sectores. ¿El surgimiento de estas facciones se deriva de la existencia de diferencias ideológicas y doctrinarias trascendentales entre las diferentes alas del partido? ¿O más bien se trata de alianzas instrumentales cuyo único objetivo es posicionarse al interior de las orgánica partidaria y acaparar la mayor cantidad de poder y de influencia posible? ¿Que podemos hacer como Partido para evitar que estas luchas internas se conviertan en un obstáculo para nuestra vinculación con la sociedad y nuestro desarrollo institucional?

Tengo la impresión de que la respuesta a esta ultima interrogante se encuentra muy ligada a lo que concluyamos respecto de los dos puntos a los que anteriormente hicimos referencia. Ello, tomando en consideración las ventajas que implican para la camaradería y la fraternidad partidaria la existencia de un consenso ideológico mínimo y de claridad acerca de las necesidades actuales y futuras que se deben tomar en cuenta a la hora de definir las políticas que el Partido Demócrata Cristiano debe ofrecer a la ciudadanía.

Espero que el Congreso constituya un punto de partida exitoso en el largo camino que deberemos recorrer con el objeto de reconstruir una identidad partidaria que nos represente a todos.
No olvidemos que durante un lapso de treinta años, en que los exitos electorales fueron muy escasos, los Falangistas (y posteriormente los primeros Demócratas Cristianos) fueron desarrollando una serie de conceptos básicos (Comunitarismo, Personalismo, Desarrollo por medio de la reforma de las estructuras económicas básicas, Promoción Popular, etc...) a partir de los cuales lograron convencer a mas de la mitad de los chilenos acerca de la necesidad de emprender con optimismo una Revolución en Libertad.

Soñar no cuesta nada....


Jose Luis Corvalan
 
posteado por Jose Corvalán a las 3:52 a. m. | Permalink |


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